EL PODER DE LA INTENCIÓN  - Wayne, Dyer 

 

Esbozo sobre las personas conectadas con el poder de la intención:

 

 

Las personas que se autorrealizan deben ser lo que pueden ser.

 

Abraham Maslow

 

 

• Es una persona que vive en un estado de unidad con la Fuente. Son seres afortunados que siempre tienen todas las oportunidades. Se mantienen conectadas con el campo de la intención y se han hecho accesibles al éxito, y conocen una fuerza invisible y omniproveedora en la que confían;

 

• Expresan una convicción interior que transmite un conocimiento tan profundo como sencillo de que la Fuente universal lo proporciona todo. Dirán: «Tengo la intención de crear esto y sé que funcionará». «Me niego a pensar en lo que no puede ocurrir, porque yo atraeré exactamente aquello en lo que pienso, así que solo pienso en lo que sé que puede ocurrir».

 

• No hay nada que los aparte de su saber interior. Dirán: es un universo de energía y atracción, y que la razón de miedos y escasez es por confiar en el ego para cumplir sus deseos. «Vuelve a conectarte a tu Fuente y sé cómo esa Fuente, y entonces tus intenciones se corresponderán a la perfección con la Fuente.

 

• Mantienen sus pensamientos en lo que tienen intención de crear y esperan a que llegue a su vida las claves de lo que le están pidiendo a la Fuente. Para un conector no existen las casualidades. Perciben acontecimientos en apariencia insignificantes como algo orquestado, en perfecta armonía.

 

• Creen en la sincronía y no les sorprende que aparezca la persona adecuada en una situación buscada, o alguien en quien estaban pensando, o reciben un libro que les proporciona la información que les hacía falta, o cuando aparece misteriosamente el dinero que necesitaban para un proyecto.

 

• No se molestan en gastar energía en debates ni en frustraciones, porque eso atrae baja energía a sus vidas.

 

• Se encuentran en un continuo estado de gratitud. Se sienten agradecidos por todo, incluso por cosas que podrían parecer obstáculos. Los conectores viven en un estado de valoración y perplejidad.

 

• No le encuentran defectos a nada. Si llueve, disfrutan de la lluvia, porque saben que no llegarán a donde quieren ir si solamente viajan en los días soleados. Así reaccionan ante la naturaleza, valorándola armoniosamente. La nieve, el viento, el sol y todos los sonidos de la naturaleza les sirven de recordatorio de que ellos forman parte del mundo natural. 

 

• Valoran el mundo y todo lo que hay en él. La misma conexión que experimentan con la naturaleza la tienen con todos los seres incluyendo los que vivieron antes y los que están aún por llegar. Poseen consciencia de unidad. Para los conectores sólo existe el «nosotros».

 

• Les hace daño el dolor infligido a otros. No conocen el concepto de enemigo, porque saben que todos nosotros emanamos de la misma Fuente. No critican, no se sienten amenazados por las diferencias con los otros. Su conexión con los demás tiene un carácter espiritual, pero no se separan espiritualmente de nadie, por diferente que sea su forma de vida.

 

• Son hábiles para atraer a su vida la cooperación y la ayuda de los demás a la hora de hacer realidad sus intenciones. El hecho de sentirse conectado significa que en su mente no existe nadie en este planeta con quien no estén unidos en un sentido espiritual. Al vivir en el campo de la intención, tienen acceso a cualquier cosa en la que se fije su atención, porque ya están conectados al sistema de la energía que otorga la vida y a todas sus creaciones. Valoran esa conexión espiritual y no consumen energía en menospreciarla ni criticarla. 

 

• Saben en el fondo de su corazón que esos acontecimientos milagrosos llegan a su espacio vital inmediato porque ya estaban conectados a ellos. Saben que así funciona el universo. Saben que pueden gestionar la presencia de cualquier cosa en la que fijen su atención siempre que armonicen con las siete caras de la intención.

 

• Comprenden el funcionamiento del universo y sintonizan con él en lugar de enfrentarse. Estas personas han decidido estar en armonía con la invisible energía espiritual. Han adaptado sus pensamientos a los niveles de las vibraciones más altas y, en consecuencia, son capaces de desviar las vibraciones más lentas.

 

• Producen cierta potenciación en las personas que viven en niveles de energía bajos cuando entran en contacto con ellas. Su tranquilidad transmite a los demás calma y seguridad, e irradian una energía de paz y serenidad. Todos se sienten amados por los conectores porque se han fundido con la Fuente de la vida, que es el amor.

 

• Sus emociones les sirven de indicador para saber si están sincronizados o no con la fuerza de la intención. Cuando se sienten mal, les sirve de indicador para comprender que ha llegado el momento de cambiar el nivel de energía para corresponderse con la energía de paz y amor de la Fuente.

 

• Armonizan sus pensamientos con el deseo; «Quiero sentirme bien». Aunque el mundo esté en guerra, deciden sentirse bien. Si se les pregunta por qué no se sienten mal cuando ocurren tantas cosas malas, sonríen y te recuerdan que lo espiritual funciona en paz, amor, armonía, bondad y abundancia.

 

• Sentirme mal sólo me asegura que atraeré a mi vida aún más malestar.  No permiten que su bienestar dependa de nada externo. Los conectores están siempre en contacto con su naturaleza infinita. No temen a la muerte.

 

• Consideran la energía invisible que dispone la existencia de todo su verdadero ser. Se sienten alineados con todo y con todos los que están en el universo, no experimentan la sensación de separación de nadie ni de lo que les gustaría atraer hacia sus vidas.

 

• Su conexión es invisible e inmaterial, pero jamás la ponen en duda. Confían en esa energía espiritual, interior e invisible que lo impregna todo. Viven en armonía con el Espíritu sin considerarse jamás separados de él.

 

• Ven lo que intentan manifestar en sus vidas como si ya se hubiera materializado/realizado.

​

• Son excepcionalmente generosos. Es como si lo que desearan para sí mismos no fuera nada en comparación con lo que desean para los demás. Te dirán: «El secreto de la fuerza de la intención radica en pensar y actuar como la Fuente omniproveedora de la que surge todo.

 

• Son personas de gran inspiración. Viven en espíritu, y sirven de inspiración, lo contrario de estar informados y llenos de información. Poseen un profundo sentido de su destino. Saben por qué están aquí, y también que son algo más que un conjunto de huesos, sangre y órganos envuelto por un cuerpo de piel y pelo. Se dedican a vivir su propósito y a evitar las distracciones que causan las exigencias del ego.

 

• Su nivel de energía es alto, la energía que los define como conectores. Es la energía de la Fuente, una frecuencia de vibraciones rápidas que lleva el amor ante la presencia del odio y transforma ese odio en amor. Presentan un semblante pacífico ante el caos y la desarmonía y transforman las bajas energías en la alta energía de la paz.

 

• Te dicen que es el Espíritu quien da la vida, y que todos en este planeta tienen ese Espíritu en su interior como una fuerza omnipotente. Están convencidos de ello, lo viven, e inspiran a los demás.

 

• Te recordarán que nuestro cuerpo está compuesto de los mismos materiales que la tierra, que el fluido que constituye el noventa y ocho por ciento de nuestra sangre era anteriormente agua del mar, y que los minerales de nuestros huesos formaban parte del suministro limitado de minerales de la tierra.

 

• Se consideran uno con el planeta y se sienten responsables de mantenerse en una armonía equilibrada con el campo de la intención para contribuir a estabilizar y armonizar las fuerzas del universo que pueden desequilibrarse cuando vivimos con un ego excesivo.

 

• Te dirán que todos los pensamientos, sentimientos y emociones son vibraciones, y que la frecuencia de esas vibraciones puede producir perturbaciones, no sólo en nosotros, sino en todo lo que está compuesto de los mismos materiales.

 

• Te dirán que las posibilidades de curación están aquí y ahora, y que el curso que tome una enfermedad es una cuestión de su propia perspectiva. Verás cómo desaparecen tus enfermedades y molestias físicas en presencia de conectores. Porque su elevada energía espiritual anula y erradica las bajas energías de la enfermedad.

 

• Son conscientes de que tienen que evitar la baja energía. Se alejan de las personas ruidosas, belicosas y dogmáticas, y les envían una silenciosa bendición. No pierden el tiempo viendo programas de televisión violentos ni leyendo relatos de atrocidades ni estadísticas de guerra.

 

•  No necesitan ganar, tener razón ni dominar a los demás, su poder radica en el hecho de que potencian a los demás con su presencia. Nunca se sienten ofendidos, porque su ego no interviene en sus opiniones.

 

• Viven en armonía vibratoria con el campo de la intención. Para ellos, todo es energía. Saben que mostrar hostilidad, odio o enfado los debilita.

 

• Viven con energía más alta y más rápida que permiten un poder intuitivo. Poseen un conocimiento interior de lo que va a ocurrir. Dirán: «No puedo explicarlo, pero lo sé porque lo siento dentro de mí».  Al estar conectados a la Fuente, son capaces de activar su intención para saber lo que es posible y cómo conseguirlo. Su saber interior les permite ser infinitamente pacientes.

 

• Reflejan las siete caras de la intención. Son personas extraordinariamente creativas, que no sienten la necesidad de encajar ni de hacer las cosas como los demás esperan. Pueden crear cualquier cosa en la que fijen su atención y su imaginación.

 

• Son bondadosos y cariñosos. Saben que armonizar con la Fuente significa reproducir la bondad de la que surgieron. Siempre se sienten agradecidos por cuanto se les presenta, y saben que la bondad para con la vida entera y nuestro planeta es la forma de demostrar la gratitud. Se relacionan con personas, que están llenas de amor, bondad y generosidad y se ayudan mutuamente a cumplir sus deseos.

 

• Pueden perderse en la belleza de una noche estrellada o de una rana entre los lirios. Ven belleza en los niños, y encuentran un resplandor natural en los ancianos. No sienten deseo de juzgar a nadie, y saben que la Fuente únicamente da forma material a la belleza.

 

• Nunca se cansan de aprender. Se sienten atraídos hacia toda clase de actividades. Encuentran algo de lo que disfrutar en todos los campos humanos y creativos, y amplían continuamente sus horizontes. El estar abiertos a todo y a todas las posibilidades y sus deseos de expansión caracterizan su capacidad para manifestar sus deseos. Jamás le dicen un «no» al universo. Ante cualquier cosa que les envía la vida dicen: «Gracias.

 

• Con ellos, te sentís energizado, con un propósito, más sano, más limpio, inspirado y unido. Proporcionan energía y fuerza. Comparten el flujo de la abundante energía de la Fuente y sin darte cuenta invitas a los demás a hacer lo mismo. La conexión se establece con la energía de la fuente y con todo lo que existe en el universo. Están alineados con el cosmos y con cada una de las partículas que forman ese cosmos. Esa conexión hace posible y accesible la fuerza infinita de la intención.

 

• Poseen un nivel de realización tan elevada que piensan desde el fin, y experimentan lo que desean disponer antes de que se materialice. Si se sienten bien, saben que vibran en armonía con la Fuente. Si se sienten mal, se sirven de ese indicador para adaptarse a niveles de energía más altos.

 

                                                                                                                                                                                 Wayne W. Dyer

 

Emiliano E. Casela

Emi1arg@hotmail.com

 

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