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EL PODER DE LA INTENCIÓN

El Poder de la Intención - Dr.Wayne W. Dyer

Tienes, dentro de ti mismo, el poder para conseguir todo aquello que puedas desear.

 

Dr. Wayne W. Dyer

 

 

Cuando Dyer nos habla de la Intención el sentido de su enfoque es algo distinto al tradicional, refiere a que la intención es una fuerza interior que todos llevamos dentro, que además fluye de manera invisible, es amorfa, no posee límites, por tanto es infinita. Es una energía que nos precede, que está ahí antes de que seamos concebidos, sin embargo, tenemos los medios para atraer esa energía y experimentar la vida de una manera fascinante, milagrosa.  Además, nos dice que en el universo todo lleva una intención intrínseca. Esto se aplica a todas las formas de vida, ya sea un perro, un rosal o una montaña. Un mosquito tiene un propósito intrínseco en su propia creación y su experiencia vital. Una bellota, que aparentemente no tiene capacidad para pensar ni hacer planes de futuro, contiene la intención del campo invisible. Sí abres la bellota, no verás un enorme alcornoque, pero sabrás; que está ahí. Una flor de manzano en primavera parece simplemente una florecita preciosa, pero tiene un propósito intrínseco y en verano se manifestará como una manzana. La intención no yerra. La bellota no se transformará en calabaza, ni la flor del manzano en una naranja. Todo aspecto de la naturaleza, sin excepción, tiene una intención intrínseca y, que nosotros sepamos, nada en la naturaleza cuestiona el camino que ha de seguir para hacerla realidad. Yo siento poderosamente que esto es un milagro divino, que nosotros también concebimos milagros cuando damos vida, y eso también forma parte del campo de la intención. Si por un segundo entendieras lo que estoy intentando explicarte, si por un instante efímero del universo sintieras esta energía vibrar en tu interior, serías una persona conectada con el universo, con la naturaleza, con Dios en todas sus formas. Serías una persona feliz. Quiero que sepas que vos sos un milagro, vos que lees esto ahora mismo, sos una obra divina de la naturaleza, de Dios, donde tus padres crearon un milagro increíble dando vida en vos, otorgaron existencia a sus deseos más sutiles, más poderosos. 

 

La pregunta es: ¿Cómo perdimos este estado de conciencia, como olvidamos que somo un milagro de la naturaleza? ¿Cómo perdimos nuestra capacidad natural de conectarnos al campo de la Intención?

 

Nuestro ego está compuesto de seis elementos primarios que explican cómo sentimos la experiencia de nosotros mismos al estar desconectados. Al permitir que el ego decida el sendero de tu vida, desactivas la fuerza de la intención. A continuación resumo las seis convicciones del ego;

 

  1. Soy lo que tengo. Lo que poseo me define.

  2. Soy lo que hago. Lo que consigo me define.

  3. Soy lo que los demás piensan de mi. Mi reputación me define.

  4. Estoy separado de todos los demás. Mi cuerpo me define como ser único.

  5. Estoy separado de todo lo que me falta en la vida, Mi espacio vital está desconectado de mis deseos.

  6. Estoy separado de Dios. Mi vida depende de la evaluación de mis méritos por parte de Dios.

Cuando en nuestra vida nos guía internamente el ego, cuando creemos férreamente que somos lo que hacemos o que las posesiones o bienes materiales definen nuestra identidad, siempre en comparación con el otro, entonces, estamos en el sendero que nos separa de nuestro verdadero ser, nos aleja de la intención.

Dyer nos explica que para reconectar con la fuente, con el campo de la Intención, con esa energía omnisciente, omnipresente y omnicreadora que rige todas las formas de vida, debemos experimentar en nuestro interior las siete caras de la intención;

 

 

La creatividad: La primera de las siete caras de la intención es la expresión creativa de la fuerza de la intención y esto lo demuestra el nacimiento mismo. Esta energía coopera con las fuerzas del ambiente y nos provee los recursos vitales que sostienen nuestra existencia de manera milagrosa, abundante y posibilita nuestra materialidad como seres espirituales. La cara de la creatividad te dispone hacía una continua creatividad para que crees y contribuyas a crear cualquier cosa sobre la que dirijas tu fuerza de la intención. La energía creativa forma parte de tí; se origina en el Espíritu dador de vida que te dispone.  Debemos intentar pensarnos como seres enteramente creativos, porque eso sos, un ser creativo, que se proyecto en un plano físico como expresión directa del milagro que sos. No hay otra forma, debemos aceptar que cada uno de nosotros es un  milagro. Quizás, nunca te lo dijeron pero estás dotado de un poder interior infinito que posibilita que puedas concretar todo aquello que desees, pienses, o anheles. Si quieres lograr algo, sea lo que fuese, conéctate con ello, sigue pensando en ello, con el tiempo verás que los resultados siempre responden en sintonía con esos pensamiento. Estar escribiendo estas líneas es una forma de exponer mi deseo, si en este instante las estás leyendo,  mi intención se está cumpliendo mágicamente.

 

 La Bondad:  Decidir ser bondadoso es decidir activar en tu vida la fuerza de la intención. Cuando realizamos pequeños actos de bondad en nuestra vida, por ejemplo, cuando ayudamos a los que más necesitan, internamente la bondad genera un efecto positivo sobre el sistema inmunológico y el aumento de la producción de serotonina en el cerebro. La serotonina es una sustancia que se produce de forma natural en el cuerpo y que nos hace sentir más tranquilos, cómodos e incluso felices. Si dispusiéramos de más energía bondadosa en pos de ayudar al otro, si nos centramos en dar en vez de recibir, no necesitaríamos recurrir a tomar ningún antidepresivo para aliviar los síntomas de la depresión, sino que en ese simple acto de bondad hacia otra persona mejoraríamos el funcionamiento del sistema inmunológico y estimularíamos la producción de serotonina en quien recibe y en quien realiza ese acto bondadoso. Aún más sorprendente es que las personas que son testigos de ese acto obtengan parecidos beneficios. Recibir o ser testigo de la bondad influyen beneficiosamente en la salud y los sentimientos de quienes participan en ese acto, con el rostro sonriente de la bondad y de la creatividad. Cuando no eres bondadoso, tapas la cara de la bondad y te apartas de la fuerza de la intención. Ya la llames Dios, Espíritu, Fuente o intención, ten presente que los pensamientos no bondadosos debilitan tu conexión y que los pensamientos bondadosos la fortalecen. Por eso, siento que debemos ser bondadosos, y cultivar más bienestar y salud para nuestra milagrosa vida.

 

El amor: Como lo expresó Ralph Waldo Emerson: «El amor es la palabra más elevada y sinónimo de Dios».  El campo de la intención es puro amor que desemboca en un entorno poderoso y de absoluta cooperación. En él no se existe la censura, el odio, la ira, el temor ni los prejuicios. Por eso, sí fuéramos capaces de ver realmente ese campo, veríamos creatividad y bondad en un campo infinito de amor. Entramos en el mundo físico de los límites y los comienzos a través del campo de fuerza universal del puro amor. La expresión de amor solo desea que crezcamos y prosperemos, que nos convirtamos en todo lo que somos capaces de convertirnos. Cuando no nos encontramos en armonía con la energía del amor nos alejamos de la intención y se debilita nuestra capacidad para activarla mediante la expresión del amor. Por ejemplo, si no haces lo que amas ni amas lo que haces, tu fuerza de intención se debilita y atraes a tu vida más insatisfacción, algo que no forma parte de la cara del amor. En consecuencia, en tu vida aparecerán más elementos (personas y situaciones) que no amas. El amor es una energía más alta y más rápida que el odio. San Francisco implora a Dios: «Donde existe el odio, deja que siembre el amor».  El odio, dirigido hacia ti mismo o hacia otros, puede convertirse en la fuerza de la intención que concede y garantiza la vida. Así lo expresaba Pierre Teilhard de Chardin: «La conclusión es siempre la misma: el amor es la energía más poderosa del mundo, y también la más desconocida»,

La Belleza:  La intención tiene una interacción eterna de amor cratividad y bondad. John Keats sostiene que; "La belleza es verdad, la verdad belleza"  La verdad existe en la creación de todo. Es la verdad que se muestra aquí bajo cierta forma. Está aquí bajo una forma que es expresión del invisible poder creador. Por eso coincido con Keats en que tenemos que saber silenciosamente que la verdad y la belleza son una y la misma cosa. De la verdad del espíritu creador en una expresión de la fuerza de la intención surge la verdad como belleza. Este saber lleva a ideas valiosas para ejercitar la voluntad, la imaginación y la intuición individuales. Debemos aprender que los pensamientos bellos construyen un alma bella.

Al hacerte receptivo a ver y sentir la belleza que te rodea, sintonizas con la fuerza creadora de la intención que existe en el interior de todo el mundo natural, en el que tú estás incluido. Al decidir ver belleza en todo, incluso una persona nacida en la pobreza y la ignorancia podrás experimentar la fuerza de la intención. Al buscar la belleza en las peores circunstancias posibles con un propósito individual nos conectamos con la fuerza de la intención. Y funciona. Tiene que funcionar. La cara de la belleza siempre está presente, incluso donde los demás no ven belleza.

Me sentí muy honrado de participar en un debate con Viktor Frankl en 1978, en Viena. Recuerdo con toda claridad que compartió conmigo y con el público su idea de que es la capacidad de ver la belleza en todas las circunstancias lo que da significado a la vida. En su libro El hombre en busca de sentido, describe como se acostumbró a ver belleza en ese medio, en lugar de centrarse en el horror que le producía. Consideraba su capacidad para ver belleza en todas partes un factor vital para sobrevivir en aquellos campos espeluznantes. Viene a recordarnos que si nos centramos en lo feo, atraemos más fealdad a nuestros pensamientos, a nuestras emociones y a nuestra vida. 

Me encanta la respuesta de la madre Teresa de Calcuta cuando le preguntaron sobre esta cualidad: « ¿Qué hace todos los días en las calles de Calcuta para cumplir su misión?». Ella contestó: «Todos los días veo a Jesucristo con todos sus angustiosos disfraces».

 

 

La expansión: La naturaleza elemental de la vida consiste en encontrar continuamente más expresión. La vida es la expansión de la fuerza de la intención. La naturaleza de este espíritu creativo funciona continuamente con el fin de expandirse. El espíritu es una fuerza de formación. Posee el principio del incremento, es decir, que la vida sigue expandiéndose para originar más vida. La vida tal y como la conocemos tiene su origen en la intención amorfa.

Por consiguiente, uno de los rostros de la intención es el de algo en eterna evolución.  Puede parecer una minúscula partícula en un estado de continua repetición y después de ampliación, que a continuación avanza, siempre expandiéndose y mostrándose. Eso es precisamente Io que ocurre en nuestro mundo físico. Esta quinta cara de la intención adquiere la forma de lo que la expresa. No puede ser de otra manera, porque, si su fuerza, que no deja de expandirse, no se gustara a sí misma o se sintiera desconectada, solo podría autodestruirse. Pero no funciona así. La fuerza de la intención se manifiesta como expresión de la creatividad, la bondad, la belleza y el amor en expansión. Al establecer tu relación personal con esta cara de la intención expandes tu vida por mediación de la fuerza de la intención, que era, es y siempre será un elemento de esta intención creadora. La fuerza de la intención es la que te permite expandir y aumentar todos los  aspectos de tu vida, sin excepciones. Está en la naturaleza misma de la intención el estado de expresión continua y aumentada, y lo mismo puede aplicarse a todos nosotros.

La única condición para este movimiento hacia delante consiste en colaborar con él en todas partes y dejar que ese espíritu se exprese a través de ti, por ti y por cuantas personas te encuentres. Entonces dejarás de sentir angustia y preocupación. Confía en la cara de la expansión y haz lo que haces porque amas lo que haces y haces lo que amas. Has de saber que esos resultados expansivos y beneficiosos son las únicas posibilidades.

 

La abundancia ilimitada: La sexta cara de la intención es la expresión de algo que no conoce límites, que está en todas partes al mismo tiempo y es infinitamente abundante. Tú fuiste creado con este prodigioso don. Por eso tú también lo compartes en la expresión de tu vida. Estás cumpliendo la ley de la abundancia. Estos dones se te conceden libremente y a manos llenas, como se te proporcionan el aire, el sol, el agua y la atmósfera con una abundancia ilimitada.

Probablemente te enseñaron en la infancia a pensar con limitaciones. «Lo mío empieza aquí/Lo tuyo está ahí.» Así construimos barreras para señalar nuestras fronteras. Pero los exploradores de la antigüedad nos hicieron tomar conciencia de que el mundo es potencialmente infinito. Lo que significa esto es que no existen límites para nuestro potencial como personas, como entidades colectivas y como individuos. En gran medida es así porque emanamos de la abundancia ilimitada de la intención. Si la cara de la fuerza de la intención es una abundancia ilimitada, lo mismo ocurre con nuestro potencial para manifestar y atraer cualquier cosa a nuestra vida. Tú fuiste creado por esa ilimitada abundancia.La fuerza de la intención está en todas partes, y es la que permite que todo se manifieste, aumente y provea infinitamente. Has de saber que estás conectado con esa fuerza vital y que la compartes con todos y con todo lo que, según percibes, te falta. Ábrete a la expresión de la cara de la abundancia ilimitada y así contribuirás a crear tu vida como te gustaría que fuera. 

 

La receptividad: Esta cara es receptiva a todo. No rechaza ni a nadie ni nada. Acoge a todos y a todo ser viviente, sin enjuiciar nada, sin conceder la fuerza de la intención a algunos mientras que se la niega a otros. Para mí, la cara receptiva de la intención significa que la naturaleza entera está a la espera de entrar en acción. Sólo se necesita estar dispuestos a reconocer y recibir. La intención no puede responderte si tú no logras reconocerla. Si ves que la casualidad y la coincidencia rigen tu vida, la mente universal de la intención no te parecerá sino una fuerza carente de orden y poder. No ser receptivo significa negarte a tí mismo el acceso a la fuerza de la intención. Para utilizar la receptividad global de la intención has de producir en tu interior una inteligencia que iguale en afinidad a la mente universal. No solo debes ser receptivo a la orientación que se te ofrece para manifestar tus intenciones humanas, sino ser receptivo a devolver esa energía al mundo. Sé que la fuerza de la intención es universal. No se le niega a nadie».  El rostro de la receptividad me sonríe, ya que lo que necesito fluye desde la Fuente hasta mí, y la Fuente es receptiva a que me conecte a ella para contribuir a crear libros, discursos, vídeos, audios (esta página) y todas las demás cosas. Al ser receptivo estoy en armonía con la fuerza de la intención, de la fuerza creativa universal, algo que funciona de muy diversas maneras. Verás que en tu vida aparecen como por arte de magia las personas adecuadas, que tu cuerpo se cura, y, si es algo que deseas, incluso descubrirás que bailas mejor, que juegas mejor a las cartas o que se te dan mejor los deportes. El campo de la intención permite que todo adquiera forma y su potencial ilimitado.

 

Finalmente, Las siete caras de la intención propuestas por Dyer expresan de manera hermosa una síntesis de lo que serían los atributos que necesitamos para lograr expandir nuestra percepción sobre la realidad y ser realmente felices. Son siete maneras de expandir nuestro ser interior a una escala holística, donde el ego no tome la dirección de nuestra vida, y pasemos a conquistar una nueva mirada sobre las cosas, un enfoque distinto, revelador, desequilibrante, motivador, donde nuestro ser superior guía nuestras acciones en busca siempre de la felicidad.

 

 

 

Emiliano E. Casela

Emi1arg@hotmail.com

 

TU VIDA ES UN MILAGRO

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